Lluís.
Lluís ha sido el último en irse, ya no viene nadie detrás este verano; él deja el vacío de todos…
Más de cinco meses con gente entre casa y el taller, entre ceramistas y amigos, entre amantes del barro, compartiendo nuevas experiencias.
Lluís deja el pabellón muy alto. Independiente, próximo geográficamente, discreto y gran colaborador.
Con las cosas bastante claras en el plano cerámico comenzó recuperando el barro, torneando sus boles con espíritu oriental, experimentando con fórmulas tradicionales de altas temperaturas y aprendiendo de cada nueva experiencia que compartía desde el taller.
Informático, siempre dispuesto a enseñarnos los misterios de nuestras herramientas cotidianas. Próximo y familiar, disfruta lo mismo de una conversación, un Rakú, una comida familiar, con buena música, preparando ali-oli y sobretodo con la emoción de abrir el horno.
Se han conocido entre ellos, Natalia, Guillermo, Boumediene, Lluís, y han creado nuevas experiencias en mi casa-taller de San Mateo. Ahora llegarán los días más cortos y sin darnos cuenta, el recogimiento invernal.
Lluís disfrutará del otoño mediterráneo desde Alcanar. Gracias Lluís.
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