Asas 1. (1979)
Durante mis estancias en la alfarería de Paco Buetas en Naval (Huesca), perfeccione la práctica del torno, conocí sus formas tradicionales y aprendí a poner asas.
Descubrí el mundo de las asas
Cuando la vasija ya está tranquila, reposada, soltando su humedad, se nos puede ocurrir colocar un asa por varias razones.
Puede ser por aburrimiento, por que la vasija vaya a utilizarse para alguna función concreta o por pura estética.
En mi caso normalmente deseaba colocar asas por pura estética.
En las cerámicas de la foto se pueden ver una variedad de asas muy amplia, asas que imitan la utilidad alfarera de los pucheros de Naval, asas perfiladas que pueden dar carácter y personalidad a la pieza, asas minimizadas puramente anecdóticas para la estética de la forma.
Foto: año1979, vasijas en arcilla roja, decoración en manganeso y engobe blanco, asas y cordones en relieve de arcilla.
Estas piezas viajaron a una exposición de algún museo de artesanía en Argentina, al menos eso fue lo que me contaron hace 30 años, yo entonces me lo creía todo.
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