Diferentes fines de semana.
Son los auténticos fines de semana, viernes, sábado, domingo y lunes; luego, por fin, puedo disfrutar de mi taller, de mi rutina, de mi espacio de creación, de mi modesto paraíso de plantas, barro, cielo y bodega, martes, miércoles y jueves.
En las sociedades ricas el ocio cada vez ocupa más tiempo. Ahora no voy a entrar en mi definición del ocio, simplemente hace días que siento una atracción palpitante por estar en mi taller, por cargar los hornos y manchar el delantal.
El fin de semana me ha dejado muy buenos recuerdos, mar, amigos, familia, gastronomía, paseos y recuerdos.
Destacar una cuenta pendiente desde hace años, mi visita al santuario cerámico de Ramón Fort, en Figueres, por allí han pasado gran cantidad de ceramistas, profesionales, estudiantes y amantes de la arcilla.
Aproveché el domingo para mi visita; el fin de semana de Ramón es diferente en verano, comienza el sábado a la tarde y acaba el domingo al anochecer.
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