Se acabaron las fiestas.
No podía faltar el espectáculo taurino, el tendido de sol no estuvo muy concurrido este año. El juego con las vaquillas divirtió a grandes y chicos, los refrescos escasos pero bien servidos, la banda de música perfecta, las reinas muy guapas.
Seis días y noches se rubricaron ayer noche con la traca de los fuegos artificiales.
El cuerpo volverá a instalarse en la rutina que a mi me agrada. Durante estos días he tenido la sensación del cambio de horario que sucede al viajar de un continente a otro, mi biorritmo no acababa de acostumbrarse al horario, los madrugones con un sol de justicia, las siestas con los ojos abiertos,
La fiesta se repetirá en muchas ocasiones a lo largo del año que nos queda, motivos siempre los vamos a encontrar, pero lo mejor es que cada día sea una fiesta para disfrutar de todo lo que tenemos, a ver si lo conseguimos.
Salud!
0 comentarios