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fernandomalo

Asas

Asas 3. (1981)

Asas 3. (1981)

Aquel año quería cumplir los veinticuatro y parecía que había descubierto los botijos.

Eso si que es un asa bien puesta, la sujeto con el pulgar queriendo jugar con el péndulo botijero, la inestabilidad, la fragilidad, el botijo está en la cuerda floja, en el dedo flojo, en realidad lo amo y lo respeto.

En mi mano derecha sujeto con mas firmeza una de mis piezas, con cuatro asas, son asas tímidas, como pequeñas pinceladas que salpican la superficie de la vasija, en esas asas no me cabe el pulgar, ni el meñique,…Sólo caben un montón de sueños.

El cigarro entre los dedos manchados de barro ahúma la pieza y el mono de mecánico me reviste de comodidad.

Asas 2. (1980)

Asas 2. (1980)

Esta jarra salio de mis manos en el taller que compartía en la calle Riereta de Barcelona, allí compartíamos espacio compañeros de la Massana, se respiraba cerámica, piedra de mármol, fotografía, serigrafía y demás historias difíciles de explicar.

El horno construido por Domingo, me permitía darme algún gustazo como este; tornear con gres refractario y bañarlo con una cubierta transparente de baja y cocer a lo que quisieran los quemadores de gasoil.

Aquí descubro otra asa que quiere bailar con la pieza, aparece truncada y reaparece en la parte baja, queriendo resucitar, es una pincelada frágil, congelada…

Es una pieza de 1980, ¿Dónde andará?

Asas 1. (1979)

Asas 1. (1979)

Durante mis estancias en la alfarería de Paco Buetas en Naval (Huesca), perfeccione la práctica del torno, conocí sus formas tradicionales y aprendí a poner asas.
Descubrí el mundo de las asas…

Cuando la vasija ya está tranquila, reposada, soltando su humedad, se nos puede ocurrir colocar un asa por varias razones.
Puede ser por aburrimiento, por que la vasija vaya a utilizarse para alguna función concreta o por pura estética.

En mi caso normalmente deseaba colocar asas por pura estética.

En las cerámicas de la foto se pueden ver una variedad de asas muy amplia, asas que imitan la utilidad alfarera de los pucheros de Naval, asas perfiladas que pueden dar carácter y personalidad a la pieza, asas minimizadas puramente anecdóticas para la estética de la forma.
Foto: año1979, vasijas en arcilla roja, decoración en manganeso y engobe blanco, asas y cordones en relieve de arcilla.
Estas piezas viajaron a una exposición de algún museo de artesanía en Argentina, al menos eso fue lo que me contaron hace 30 años, yo entonces me lo creía todo.