Ceramique Mudéjar. Fernando Malo.
Ceramique Mudéjar. Fernando Malo. Centre de Recherche National des Etudes Andalouses. Tlemcen. Argelia.
Por fin se inauguró la exposición en Tlemcen!
Hace 19 meses (Octubre del 2010) tuvimos el primer contacto través de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) Oficina Técnica de Cooperación de la Embajada de España en Argelia para llevar la exposición con motivo de la celebración del año de la cultura islámica a esta ciudad argelina.
Llevar la exposición hasta allí, ha sido una odisea complicada y que todavía no ha acabado.
Después del acuerdo económico por los derechos de la exposición comenzaron por mi parte los trámites del envío y transporte hasta el país norteafricano.
Reproducción de fotografías, traducción de textos al francés, montaje de azulejos en los nuevos paneles, elaboración de piezas seleccionadas para la exposición,…todo preparado para el envío.
Tras muchas horas, días, semanas de buscar soluciones, empresas y embalajes, conseguí a través de la Cámara de Comercio de Zaragoza con su oportuna fianza de 600 € el cuaderno ATA para la exportación temporal de mis piezas.
La exposición perfectamente embalada viajó hasta Argel para mostrarse en el Instituto Cervantes de la capital argelina. La inauguración fue el día 15 de diciembre, yo llegue el día anterior y las piezas llegaron ese mismo día tras superar las vicisitudes de aduanas, sellados y demás papeleos misteriosos al mediodía para tener el lujo de montar la exposición con la ayuda de una persona, un destornillador y una escalera.
Era el ensayo general para mostrar la exposición que luego viajaría a Tlemcen, arropada por la Embajada Española para celebrar el año de la Cultura Islámica.
Ahora después de 6 meses se ha inaugurado en el magnífico espacio del Centro de Estudios Andalusíes. Un espectacular edificio, todavía sin finalizar, inspirado en la arquitectura andalusí tan familiar a nosotros, rincones de la Alhambra, de la Aljafería, de los Alcázares…
La embajada me ha presionado a viajar para estar presente en la inauguración, aún sin tener presupuesto para mis dietas. Así, he estado 36 horas de viaje y casi 24 en África, contando las horas de sueño en el hotel.
En el aeropuerto me esperaba un coche del Ministerio de Cultura para trasladarme hasta Tlemcem (150 km.) Un sol radiante y los asientos traseros todavía con el plastificado de origen, consiguieron resudar todo mi cuerpo antes de la llegada a la exposición. Allí fui recibido por el comité de organización que me mostró la ubicación de mi exposición; tras un recorrido de 10 minutos, la TV argelina estaba preparada para una breve entrevista, posteriormente fue la radio nacional.
Todavía sin ningún líquido desde que aterricé que pudiera refrescar todas mis palabras balbuceando el francés, pedí un botellín de agua entre los pastelitos y cafés del vernisage. En ese momento llegó mi amigo Boumedienne, visitamos la exposición, hicimos fotos, y a los quince minutos me reclamaron para subirme a un autobús que nos llevaría al hotel. Total: 1 hora en la exposición. Ningún representante de la embajada española, ningún arropamiento español, sólo…mi amigo Boumediene.
En el maravilloso hotel (la embajada me pronosticó que era el mejor de la ciudad, nuevo y que no tenía nada que envidiar a cualquier hotel europeo), los ascensores no funcionaban, un botones tubo la amabilidad de subir mi maleta hasta el cuarto piso.
La cena se retrasó a causa de la retrasmisión del partido de fútbol Malí – Argelia, tuve la ocasión de compartirlo en el bar con los argelinos y con cerveza, exactamente igual que ocurre en España, Ucrania o Grecia, pero con una televisión mas pequeña a la que alguna vez se le iba la señal.
Mientras tanto me visitó Boumediene con su prometida, su futura suegra y dos kilos de dátiles.
Por fin a las 10 llegó la cena, junto a la piscina, entre responsables de la exposición, adjuntos, directores, asistentes y comisarios.
A media noche, a dormir…a las 7 a desayunar y a las 8:30 me esperaba el chófer para llevarme al aeropuerto.
Esa fue mi estancia en Tlemcen, la inauguración de mi exposición que llevaba 19 meses preparando.
Para mi sorpresa, los paneles de la exposición (el 80 % de la muestra) se habían quedado en Argel, no se expusieron. Paneles con los modelos de azulejos realizados para cada restauración, con las fotografías de los monumentos artísticos, con los textos traducidos al francés, los paneles que tanto esfuerzo me costó embalar para que llegarán perfectos hasta Argelia. Más de media exposición se quedó ignorada. Según me dijo la embajada, la organización no tenían espacio suficiente en las salas; según los organizadores, se llevaron unicamente lo que la embajada les había dado, espacio tenían de sobras.
Para mi esta exposición era el broche de los 7 años que llevo en el ámbito de la cooperación con los ceramistas argelinos viajando a Argelia y ellos a mi taller, es el fruto de 20 años de relación con la cerámica mudéjar que tanto nos une a su cultura, posiblemente era una tozudez de ceramista aragonés, una ilusión.
Después de todo el esfuerzo de energía, tiempo y dinero, el resultado ha transformado la ilusión en desilusión.
9 comentarios
Mónica -
Gema -
LORENZO JDG -
Viví por trabajo de mis padres en Tlemcem en el año 1980, formando parte de un gran proyecto español para dotar de telefonía moderna al país. Una gran colonia española habitó allí en esa época. Teniendo en cuenta el cambio de escala en todos los sentidos, tiene más mérito aun lo que Vd. ha hecho. No se desanime y sepa que me causa una profunda y sana envidia su interacción con Argelia paralela a su quehacer profesional. Un cordial saludo.
Fernando -
Allí nos veremos!
Un abrazo
Ramon Paredes -
Fernando -
Es una experiencia más de las tantas vividas en esta maravillosa profesión. Siempre se sacan conclusiones, aunque dentro de un tiempo me vuelva a ocurrir lo mismo en otra parte del mundo.
Nos mantenemos gracias a las satisfacciones ¡que son muchas!
Abrazos
Guillermo -
Sé, sabemos, de tu esfuerzo, y, tepito, te comprendo porque la indignación sale sola, no se va a buscar. Menos mal que queda todo en internet, en las revistas, en todo el material que allí saben que tú tienes y has hecho con eminente profesionalidad.
Un abrazo
Laplace Andrée -
Habrias merecido mejor tratamiento por el excepcional trabajo de recuperacion de un paraiso perdido que llevas y que sabes compartir
Animo
Camil.la Pérez Salvà -
Tanto esfuerzo, tiempo, dinero como tu bien dices, merecen algo más.
Es una lástima esta falta de sensibilidad hacia algunos temas, pero se repite a menudo esta actitud.
Un abrazo.