Por fin.
Hace un mes estaba en la feria de artesanía, a la semana siguiente viajé a Argel, después comenzaron las celebraciones…cumpleaños, lotería, nochebuena, navidades, san Esteban, día de los inocentes, noche vieja, año nuevo, víspera de reyes, reyes,…
Celebraciones, compras, comidas y bebidas…Descontrol de mi biorritmo, del biorritmo colectivo nacional, ¡por fin mañana es día de escuela!.
Para contrarrestar, esta última semana he estado trabajando en el taller, laborables y festivos, para sentir esa sensación de placer en la soledad del taller entre barro, sin interrupciones, sin orden ni obligación, sin pedidos pendientes, solo con el placer de llenarme y llenar el taller de piezas y barro vivo.
Mañana comienza el orden y la disciplina, los horarios y los encargos. Ojala no pare de sonar el teléfono para que el trabajo no falte; ojala este nuevo año nos depare muchas alegrías y satisfacciones.
No han de parar nuestras manos ni nuestros hornos, por el bien de nuestra sociedad, de nuestro entorno, no pararán `por el bien de nuestro presente siempre presente.
¡Felices 366 días para todos!
Hay que recordar que se tienen que disfrutar todos los días, uno detrás de otro.
Nublados o soleados, miércoles o domingos, con amigos o en soledad, en casa o en la carretera, bailando o meditando, ¡todos los días son un regalo para vivir!
3 comentarios
Fernando -
Seguiremos disfrutando de de nuestro trabajo y de vuestro ánimo y compañía.
Besos
Anónimo -
KiKe Roche Zapater -
Y gracias por regarnos con tu creatividad.
A ser felices.
KiKe y Montse ( Boltaña )