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fernandomalo

Colección.

Colección.

Como ocurre de ciento a viento, tocaba limpiar el polvo de nuestra colección de cerámica.
Cerca de doscientas piezas (las pequeñas de la colección) han pasado otra vez por mis manos.
A ratos, durante cuatro días, han esperado su turno en el taller. La pistola de aire del compresor, el paño y en algún caso el lavavajillas les ha devuelto su original color y textura.

Merece la pena hacerlo, es un reencuentro con las piezas, con los recuerdos, con las manos del ceramista que las ha hecho, con las historias y lugares.

Normalmente acumulamos objetos que mueren en alguna estantería perdida, tenemos que ser buenos y revivirlos de vez en cuando. Limpiarles el polvo es una buena táctica.

¿A saber dónde estarán mis piezas distribuidas por el mundo? ¿Cómo las cuidarán?

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