El taller hoy.

Seguimos en buena compañía.

Lorena y Silvia alumnas del tercer curso de cerámica de la Escuela de Artes de Zaragoza, han escogido mi taller para hacer las prácticas.
No son las primeras alumnas de la Escuela que pasan por mi taller, son cincuenta horas para compartir experiencias con las manos en la masa.
Me hacen sentir “maestro” con la ventaja que tiene el poder absorber frescura de sus tiernas manos.

Siempre recuerdo mis inicios y cuando aprecio sus veintitantos, siento la alegría de que la cerámica despierte en su vida una y muchas alegrías, atracción, misterio e inquietudes.

Enhorabuena chicas, solo os merecéis un poquito de atención de los que ya no tenemos vuelta atrás.