Domingo en Alagón.

El cambio de aires y más en la naturaleza es beneficioso para la inspiración de todo tipo.

Hoy el paseo ha sido completo en la finca de “la Mejana” a orillas del Ebro.

Como si del paraíso se tratase hemos podido saborear frutos de todo tipo, colgados de los árboles, esparcidos por el suelo, emanando placenteros aromas entre mosquitos inoportunos. Manzanas, peras, tomates, membrillos, mazorcas de maíz, melocotones, calabazas de todas formas y colores,… y en aquel rincón secreto el Azufaifo, repleto de sus frutos como olivas rojizas, con sabor harinoso y dulzón. No lo había probado nunca pero el séquito de compañeros del aula de naturaleza le han dado buena cuenta entreteniéndose un buen rato degustando y acopiando los frutos entre bolsas y bolsillos.

Al fruto se le llama “jinjol”, por lo visto proviene del norte de África y se puede ver a menudo por la costa mediterránea, los “ginjoles” son apreciados en los mercados de cataluña y la costa levantina.
El árbol tiene propiedades terapéuticas y también su madera se utiliza para instrumentos musicales. En la India y China se le conoce hace más de 4000 años.