La ausencia del blog.

Qué alegría ¡otra vez en la red!.
Un beso en los morros a los que consiguen esta especie de magia cibernética.
Ahora hace justo un año que inicie mi andadura por este mundo de los blogs, se le coge cariño, a veces esfuerzo, a veces pereza, pero siempre compartiendo.
Cinco días de avería de servidor, huelga de teclados, extrañeza y desesperanza, ya sentía el montón de horas perdidas por el espacio virtual, muchos colegas en la misma situación,…
Una actividad gratuita, escogida voluntariamente, dónde vas a reclamar ?

Al ver aparecer otra vez mi blog en la pantalla, tengo la sensación de la vuelta a casa del hijo, del amigo, de un compañero del más allá, del espacio, de no se sabe dónde.
Sé que al menos media docena de amigos me visitan habitualmente, otros pasan de vez en cuando curioseando. Estos días me he dedicado a visitar blogs de otra gente y he disfrutado y descubierto a muchas personas interesantes, voy a tener que añadir nuevos enlaces a mis favoritos.

Me sigue pareciendo una maravilla eso de estar opinando desde mi casa, haciendo comentarios día tras día, colgando fotos y que además todo se quede grabado en algún sitio misterioso para mí.

Sin duda la vida ha seguido y hasta he pensado, como otras muchas veces, que nada tiene importancia, que siempre se puede empezar de cero; pero ahora estoy feliz, porque me zambullo otra vez en el blog, porque es un trocito de mí.

* La foto: niños beréberes en Argelia, se asoman en la puerta, quieren compartir con nosotros.