Trabajo de azulejero mudéjar.
Semejante fusión azulejera ya es un sueño irrecuperable.
En mi último viaje a Maluenda he podido comprobar que este muestrario mudéjar ha desaparecido.
La superficie lisa y preparada para el nuevo recibo de azulejo, espera cual serpiente recién despojada de su camisa.
Estas son mis actuales acometidas desde el taller, donde no puedo escapar a la madrugada, al trasnoche, al nerviosismo de abrir el horno, a las treintaitantas pruebas de color, a la disciplina de equipo, al rápido secado del barro, al exagerado calor de julio, a la siesta obligada, al abandono de lo artístico.
Y además, agradecer una vez más que tenemos trabajo.
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