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Asas

Asas 23. (2004)

Asas 23. (2004)

Hace cinco meses, comencé a contar historias de asas, de mi relación e interpretación de las asas.
Surgió a través de los trabajos que llevaba entre manos para mi actual exposición, me dí cuenta de que las asas surgían de mis trabajos con mucha facilidad, espontáneamente, como una necesidad de coger, atrapar, tocar, poseer.

Quería hacer un repaso de mi trabajo a través de las asas para llegar hasta mis piezas recientes del 2009.

Es toda una labor de investigación y redescubrimiento de mi obra conservada casi siempre en soporte fotográfico.

En la foto, las dos piezas que aparecen en la portada del catálogo de la exposición en IberCaja del 2004, las escogí por su tamaño, por su complicación técnica, por su sonido y sobretodo porque me gustaban y me da marcha cada vez que las cojo. (Están en mi sala de exposiciones particular).
“Pareja en paisaje” 49 x 60 x 30 cm.

Asas 22. (2004)

Asas 22. (2004)

Arquitectura para pozo. 23 x 23 cm.

Aquí el concepto de asa se transforma totalmente, la necesidad de crear pinceladas en el aire me permite introducir arquitecturas de barro para sostenerlas.

Casi siempre el barro nace de una pieza torneada, mi espíritu alfarero persiste, la fragilidad aumenta.

Esta pieza estuvo en la exposición “Ceramistas de la Plaza San Felipe. 25 años” en el 2007. Ahora descansa en una estantería del taller esperando a ser restaurada, de tanto moverse se partió en tres trozos.

Asas 21. (2003)

Asas 21. (2003)

¡Tanta asa, tanta asa!
Al final, las asas mandan. Mandan tanto que la vasija desaparece, que su propia estructura no se reconoce y que su aspecto creativo, decorativo, manual y fantasioso nos descubre un mundo nuevo, una nueva creación.

Revisando mis piezas de años anteriores, quiero descubrir la magia de las asas, la excusa, la combinación y la armonía.

Las de la foto son las primeras series de aves. Combinan el torno para crear su cuerpo.

Asas 20. (2003)

Asas 20. (2003)

Asa circular y pico alado.

Esta pieza aparece en el cartel de la exposición: “J.Fanlo/F.Malo”. Sala Art Scudellers. Barcelona. Entonces ya flirteaba con Fanlo.

El cartel de recia cartulina lo tengo conmigo, la pieza voló…¡gracias a dios!.
Se puede leer: “Dualidad de espacios” 5 de abril de 2003 a las 19 h. , lo recuerdo perfectamente, los amigos, el picoteo, el vino, un espacio muy atractivo y amplio.
Fue una exposición que se sabía cuando se inauguraba pero no tenía fecha de clausura.
De hecho tengo la sensación de que todavía no se ha acabado.

Asas 19. (2002)

Asas 19. (2002)

Esta jarra me acompaña desde que salió del horno, la puedo ver en la colección cuando estoy sentado en la silla de mi ordenador, unas veces con mas polvo, otras con menos.

Esta pieza también viajó a la exposición de Córdoba pero nunca estuvo a la venta, me encapriché de ella y se quedó conmigo.

La pieza está realizada con arcillas de Collet (SiO2) y sale fotografiada en los anuncios que la empresa presenta en diferentes revistas y en alguno de sus catálogos. Todo un honor para la pieza y para mí poderla compartir.

La jarra es pequeña y ligera, mide 24 centímetros, no necesita mas para contar historias.
Ahora que la he cogido entre mis manos me doy cuenta que está cocida dos veces a alta temperatura (los secretos del esmalte).
El asa continúa presumida, como un tirabuzón, después de siete años.

Asas 18. (2002)

Asas 18. (2002)

El cuenco madre.

Esta pieza me dio el impulso para crear la serie de cuencos que se expusieron en la Posada del Potro de Córdoba en el año 2002.
Que maravillosa experiencia, la ciudad, los amigos, la cerámica,…

El asa forma un arco de protección, como las madres cuando abrazan, cuando acunan.
Recogimiento en forma de recipiente, tierra texturada con la piel oscura.
Aparecen al descubierto pequeñas superficies de la arcilla natural, desnuda, desprotegida.
Toda para ti.

La foto es de Andrés Ferrer.

Asas 17. (2001)

Asas 17. (2001)

Aquí las asas surgen como pinceladas en el aire, el cuenco casi desaparece, los tonos de color contrastados acentúan la forma.
Entre la chamota del refractario quiere aparecer una figura humana, con movimiento…

Esta pieza se expuso en la sala de Arte “El Cegonyer” de Fraga (Huesca).
Con su imagen se hizo el cartel y las postales. Altura 75 cm.
Esta frágil pieza la compraron una pareja de jóvenes para su nueva casa.

Asas 16.(2001)

Asas 16.(2001)

El 2001 fue un año prolífico en asas, exposiciones individuales (3), murales importantes, colectivas, premios y viaje a Austria,…

Ese mismo año CERCO comenzó su andadura gracias a la colaboración de muchos ceramistas que apostaron por la iniciativa y vinieron hasta Zaragoza con sus piezas bajo el brazo.

Una buena entrada de siglo.

En la foto una copa con asas que nos transportan al clasicismo. Esta pieza de 70 cm. se expuso en la sala Barbasán de la CAI en Zaragoza. Ya le he perdido el rastro.

Asas 15.(2001)

Asas 15.(2001)

“Cuenco para dos manos”
Gres refractario, esmaltes y óxidos naturales a 1250º C.
Medidas: 53 x 35 x 21 cm.

Me vuelven a sorprender estas asas…recomendada para dos manos.
Asas mecedoras para el baile del agua.
Asas despegadas del cuerpo.
Todo curvas para intentar abrazar.
Tierras, naturaleza y por supuesto agua.

Con esta pieza me concedieron el Premio para Autor Aragonés en CERCO 2001.
Esta si que la tengo controlada, se puede ver en el centro de Artesanía de Aragón expuesta junto a las piezas premiadas en todas las ediciones de CERCO (Feria Internacional de Cerámica Contemporánea).

Asas 14. (2001)

Asas 14. (2001)

Otra de mis piezas favoritas es esta jarra que viajó hasta Gmundem (Austria), para participar en una exposición paralela a la Feria de Cerámica que se celebraba en ese pueblo rodeado de lagos y altas montañas.

Aquel año 2001 el país invitado era España, yo tuve la suerte de participar junto a otros colegas ceramistas, experiencia divertida e inolvidable. La fiesta española creo que todavía la recuerdan…chorizos, longanizas, el vino fue gentileza de unas bodegas de Cariñena, el Ron “Cremat” fue obra de Carlets…lo demás surgió del espíritu ceramista.

Esta jarra también la conservo junto a mí; por cierto, muy gustosamente.

Asas 13. (2001)

Asas 13. (2001)

Este cuenco fechado en 2001, me figura con el nombre de Manises.
Imagino que visitaría ese pueblo tan cerámico por algún motivo que no recuerdo bien.
El cuenco tiene suficientes agarraderas para cogerlo por donde quieras.

Le tengo perdida la pista pero recuerdo que era uno de mis favoritos.

Asas 12. (2000)

Asas 12. (2000)

El año 2000 hice esta pieza y las asas se convirtieron en soporte y apoyo del omnipresente cuenco.
Para acariciar el recipiente tradicional era necesario cogerlo desde abajo.
El equilibrio y la simetría, en forma de rígida naturaleza, casi hacen desaparecer el objeto de barro.

Esta pieza la presente al VII Concurso de Artesanía de Aragón en el año 2000 y me dieron el Primer Premio de Pieza Creativa.

Todo un placer. Los premios son lo que son y lo que no son.
Deben existir para incentivar la labor creativa, la participación y el esfuerzo individual del artista creativo.
Los premios suelen tener un pequeño porcentaje de lotería con respecto a su adjudicación, pero cuando te tocan de cerca, satisfacen el ego, lo agradece el bolsillo y la pieza parece que revive y permanece por los siglos de los siglos. Amén.

Asas 11. (1999)

Asas 11. (1999)

“Ave en Tiberíades”.
El cuenco sirve de soporte para las pinceladas creadas con el barro.
Las asas se transforman en algo más figurativo.
El ave zancuda “voló” hace tiempo…

Asas 10. (1999)

Asas 10. (1999)

Este era un cuenco para transportar el grano de la cosecha.
Las asas acabadas en forma de gancho sirven para colgar.
También puede ser la unión de dos personas para compartir el cuenco (la cosecha).

Asas 9. (1999)

Asas 9. (1999)

Temas judíos en la Cerámica. Sinagoga del Tránsito. Toledo. 1999.

Fui invitado por Elias Nir, responsable de la sala Adama de Madrid, uno de los espacios más activos del movimiento cerámico contemporáneos en aquellos días.

La propuesta era clara; cerámica, temática entorno al mundo judío, la sinagoga de Toledo, una exposición colectiva con artistas ceramistas seleccionados por toda España, comisariado de Elías.

Escogí historias entorno al lago Tiberiades. Surgieron recipientes para la agricultura, para el transporte del grano, del agua, formas primitivas, asas que abrazan el barro, el espacio.

Asas 8. (1993)

Asas 8. (1993)

Esta pieza la participó en una colectiva organizada por el MEC (Ministerio de Educación y Ciencia) en el año 1993. Esta exposición fue itinerante y viajó, si no recuerdo mal, hasta Francia.
Título de la exposición: “Cerámica Contemporánea Aragonesa a la Escuela”
La pieza: “Jarra I”. 1992. Gres refractario, esmalte y engobes, 1280º. 65 x 56 x 28 cm.
He recuperado el espléndido catálogo que se editó de 130 páginas, con textos de A. Vivas, R. Ordóñez, P. Lizano,…
Junto a mis piezas aparece este texto:
“Terracota, loza, mayólica, refractario, gres (gris, pardo, rosado), caolín, porcelana, ceniza de huesos.
¿Qué más quieres? Escoge para empezar a hablar.”

Es un asa indiscutible, pintada de manganeso, queriendo metalizarla, frágil y con forma de jarra.
Hoy, después de muchos años, la puedo interpretar claramente.
Se representan lo masculino y lo femenino, una composición modelada de la mejor manera que pude y supe hacerlo.

Asas 7.

Asas 7.

Podemos enlazar con las asas en forma de orejas de este pseudo-intelectual que realicé en 1989 para una instalación en Zaragoza con motivo de una de las ferias de Cerámica Creativa de nuestra ciudad.

Las asas nacen con la vocación de un “estirón de orejas”, el negro de manganeso las resalta. En el reverso de la pieza aparece una cara de un niño con síndrome de down.

Asas 6. (1987)

Asas 6. (1987)

MURALES Y JARRAS. 1987

Esta jarra fue la portada del cartel.
¿Por qué?
Supongo por que le encontraba algo especial.
Es una jarra echada “pa’lante”, el pico es una peineta de Martirio.
El asa de negro es la pincelada clave para darle vida a este pedazo de barro.

Esta pieza la guardo en las estanterías de mi taller, la sigo compartiendo cada día…

Asas 5. (1987)

Asas 5. (1987)

Repasando historias y fotos de mis cerámicas, descubro que durante varios años (tres o cuatro) el asa estuvo ausente de mi creación. Las piezas no me pedían asas, en algún caso alas o botones que podían romper el ritmo superficial del torno.

El año 1987, fue un buen año para mí, expuse en el Museo de Zaragoza “Muráles y Jarras” una gran serie de Jarras que me hizo pasar muy buenos ratos. Las asas ya empezaron a resurgir.

En la foto: Esta una de las jarras que recuerdo con más cariño, es de principios del 87, la expuse en Vitoria, sería una de las piezas “madres” de una idea que todavía esta viva…
La pieza estuvo en casa mucho tiempo, hasta que una noche se fue la luz y un tropezón la dividió en seis, siete,.. u ocho pedazos. Medía de altura cerca de 70 centímetros, hoy esta por algún rincón del jardín aguantando las heladas.

Asas 4. (1983)

Asas 4. (1983)

Esta foto me transporta a la Plaza San Felipe, un primer domingo de algún mes del año 1983, dedicado a la cerámica utilitaria. Los ceramistas del colectivo preparamos piezas de uso cotidiano, a la vez piezas únicas, de autor. Vasos, juegos de café, platos y boles para el gazpacho o las olivas.

Cada mes los ceramistas de la Plaza modelábamos piezas según el tema escogido, aquel día de la cerámica utilitaria preparé una serie de jarras y vasos, siempre me ha perseguido la necesidad de tener jarras y vasos entre mis piezas recientes, lo sigo manteniendo después de 25 años.

En esta imagen podemos ver jarras con el asa “bien puesta”, seguro (y deseo) que habrán sido muy manoseadas. Las cajas de frutas de madera también me han acompañado en muchos escenarios.

Asas estiradas con delicadeza, eso si que eran asas “bien puestas”, asas para agarrar con seguridad en vacío o llenas, asas para asir con energía en épocas de sequía o en compañía del dios Baco