Últimas alfarerias vivas en Aragón.
Que placer abrir el horno y descubrir una nueva hornada. Esta vez ha salido todo bien, incluso algo muy bien,...¡Emociones y sorpresas!…
No siempre ocurre lo mismo, este oficio siempre sorprende, como la vida, hoy puede ser fantástico, mañana regular y de vez en cuando te castiga.
Oficio que te ayuda a crecer, a saborear la magia de la creación. (Con un poco de arcilla y fuego, puedes crear de la nada multitud de formas).
Siendo una profesión tan maravillosa, me pregunto: ¿Por qué es un oficio en extinción? ¿Por qué nadie quiere ser alfarero?
¿Por qué atrae más la informática, el derecho, ingenierías varias, economistas, arquitectos y ciencias políticas?
¡Cuéntamelo!
2 comentarios
Fernando -
Gracias!
Guillermo -
Un fuerte abrazo