Blogia
fernandomalo

Últimas alfarerias vivas en Aragón.

Que placer abrir el horno y descubrir una nueva hornada. Esta vez ha salido todo bien, incluso algo muy bien,...¡Emociones y sorpresas!…

No siempre ocurre lo mismo, este oficio siempre sorprende, como la vida, hoy puede ser fantástico, mañana regular y de vez en cuando te castiga.

Oficio que te ayuda a crecer, a saborear la magia de la creación. (Con un poco de arcilla y fuego, puedes crear de la nada multitud de formas).

Siendo una profesión tan maravillosa, me pregunto: ¿Por qué es un oficio en extinción? ¿Por qué nadie quiere ser alfarero?

 ¿Por qué atrae más la informática, el derecho, ingenierías varias, economistas, arquitectos y  ciencias políticas?

¡Cuéntamelo!

2 comentarios

Fernando -

Gracias Guillermo, como siempre has dado en el clavo; y además una buena palmada en la espalda con un soplo creativo.
Gracias!

Guillermo -

Será porque hay días en los que el exceso de luz resulta una buena coartada para la ceguera. O porque la delicadeza exige mucha fortaleza...¿No crees, Maestro?.
Un fuerte abrazo