Amado Lara 1961 - 2013
Amado Lara, 1961 – 2013.
Amado joven, casi adolescente, recién salido de la Escuela de Arte y Diseño, comenzó su andadura profesional en el estudio de Isiegas Decoración, sin imaginarse que aquel espacio de Zaragoza sería uno de los gérmenes para el futuro de la cerámica en la ciudad, en Aragón y por extensión en todo el país.
En aquel estudio, ampliado a galería-tienda de cerámica, Amado fue la pieza clave, en conocer a los ceramistas, sus técnicas y mimar sus obras para luego poderlo transmitir con toda su pasión a los clientes y amantes del barro que por allí pasaban.
Su espíritu de ceramista comenzó a descubrir un mundo nuevo de creación plástica y un lenguaje para disfrutar y a la vez comunicarse.
Todos los ceramistas recordamos cómo nos recibía Amado, siempre sonriente…¡A ver que me traes!!!!??
Acariciando nuestras piezas, nos iba sonsacando el proceso de creación y descubriendo lo más íntimo de cada una hasta transformarlas en casi suyas…
Los años 80 fueron propicios para la cerámica…propicios para que Amado Lara comenzara a llenarse las manos de arcilla, en la Universidad Popular, en cursos y cursillos, y en los talleres de ceramistas amigos. Jugando, creando y aprendiendo (porque él aprendía muy deprisa).
Además Amado tenía la cualidad de ser trabajador, un trabajador incasable, minucioso, y delicado,…
Surgió Amado artista, con su estilo propio, siempre creativo, investigador, paciente y refinado.
Se unió al grupo de ceramistas de la Plaza San Felipe y al proyecto de la tienda-galería Cerámica y Ceramistas, participando siempre con ilusión y esfuerzo (él era el más joven de todos).
Participó en Ferias nacionales e internacionales, en muchas exposiciones de cerámica contemporánea, diseñador de logos, carteles y catálogos, consiguió varios premios de prestigio en el mundo de la cerámica y siempre estaba aprendiendo.
Amado Lara se situó en lo más puntero de la cerámica contemporánea de nuestro país y consiguió disfrutar y transmitir sus sentimientos a través del minucioso trabajo que sus manos iban modelando.
Aunque los tiempos fueron cambiando para todos, Amado amigo ha perdurado, siempre abrazando a la profesión, siempre apoyando a los colegas, siempre preparado para mancharse de barro.
Amado barro y tierra, creo jardines, aprendió y quiso expresarse con lo más natural, semillas, esquejes y raíces que querían disputar la magia y la alquimia de la cerámica.
Creación, siempre creación, con sus manos, con su intuición, paciente, esperando a recoger sus frutos.
Amado amigo, siempre sonriente, positivo, dando y con los brazos abiertos.
Amado amante de la vida, de sus raíces, de sus tallos, frutos y flores, Amado seguirás siempre presente con lo que tus manos y tu espíritu han modelado para nosotros.
Descansa en paz.
Foto extraída del catálogo "Las huellas de la tradición", de 2005.
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