Días navideños, curiosos o simplemente extraños.
Vamos pasando los días más cortos del año.
El oficio de alfarero en nuestras tierras, cerraba en estas épocas del año. Ahora nos empeñamos en rentabilizar cada momento del día y de la noche.
Las noches son largas, largas para resguardarse y meditar, para hibernar.
Estos días y noches llevan además el condimento afectivo de mensajes y actos de bondad y felicidad.
Pero todo pasará, los días se alargarán, los alfareros podremos trabajar a gusto, contemplaremos los amaneceres haciendo el amor al aire libre y tornaremos a hablar a disgusto del prójimo y a sentir como nos maltratan los que tanto gustan de felicitar las pascuas en estas fechas.
Mejor, me quedo con algo intermedio, deseando lo mejor para cada uno de los 365 del 2013.
Carpe Diem!
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