Fin de feria.

Fin de Feria y comienzo de algo.

 

Por fin la Feria de Artesanía ha acabado después de 9 días intensos con resultado positivo, de muchas horas de trabajo y cambio de biorritmos.

 

Después de montaje y desmontaje, volvemos al taller con el disfrute de haber compartido nuestro trabajo y con la relajación de poder disfrutar de la cotidianidad de nuevo.

Poco va a durar el fin de feria celebrado, las hojas del diario abandonado se ponen al día, los pedidos retrasados gritan al horno, los correos electrónicos se acumulan pidiendo respuesta de cliente o amigo.

 

El cuerpo y la mente desean un par de días de asueto, pero la profesión no lo permite, ¡benditos los sueños entre montañas y nieve! ¡benditos entre manteles de restaurantes con brindis a la cama trasnochada!

 

Ni la profesión, ni los tiempos, ni siquiera la voluntad nos aconseja el cambio de ritmo. Hay que convencernos de que tenemos que disfrutar de este momento preciso, de la vida, de trabajar más o menos, de rentabilizar mas o menos, de mantener el taller lleno de barro. Esperando…