Alfar Mudéjar siglo XXI. Catálogo. Foto.
Otra perspectiva de la torre de Ateca.
Aquella mañana fui a buscar al párroco a su casa; al decirle quién era y lo que queríamos, torció el morro preguntándome si era un ceramista de Muel y que la restauración de las piezas comenzaba a fallar porque los colores de las columnas más cercanas al suelo ya se estaban desprendiendo. Pude comprobar que realmente la cubierta del esmalte estaba saltando, pero era de las piezas originales que en su debido momento no se habrían consolidado o protegido lo suficiente por parte de la empresa de restauración. Mis piezas seguían allí, como recién sacadas del horno, recordando la estética musulmana de sus artesanos.
Una visita obligada a Ateca, por tierra mudéjar, no muy lejos de Calatayud.
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