El ingrato negocio de la cerámica.
Hablando ayer de que la cerámica está considerada la hermana pequeña de las artes y la poca valoración que tiene a nivel artesanal, me vinieron a la cabeza tres realidades que me ha sucedido esta misma semana.
Uno.
Vino una amiga a comprar una pieza especial, grande, hermosa, llamativa, para una familiar que celebraba algo importante. La pieza marcaba 285 , no traía dinero pero por la tarde se la pagaría a una tercera persona. Así fue, toma, le dijo, el dinero de la pieza de Fernando 185 , de repente la valoración de la pieza había decaído un 35 %.
Seguro que fue un despiste de mi amiga, pero ahora está de viaje y no sé cuando volveré a verla.
Dos.
Al día siguiente me llama un cliente para hacer un regalo especial, original, único, para unas bodas de oro. Quería dos cuadros enmarcados, cada uno con un monumento representativo de su ciudad. Al confirmarle la posibilidad de hacerlos me dijo que su presupuesto era de 70 (lo mínimo que suelo cobrar son 75 de cada uno). Al comunicarle que haciendo un esfuerzo podría dejarlo en 70 , me respondió que su presupuesto de 70 era para los 2 cuadros. Con eso conseguiría pagar los marcos, la cerámica desde luego que no.
Tres.
Ayer, al acabar un pedido para una asociación de un pueblo vecino, 7 platos con un logo grabado bastante complejo, me costó ponerle su precio real de 35 , consideré rebajarlo a 30 para que no hubiera un desfase muy grande con su presupuesto. Al llamar por teléfono me preguntó el precio. Comencé diciendo que el precio real era de 35 euros, pero qu
no pude continuar con el alarido que escuché al otro lado del auricular, no sabía si le había caído la plancha al dedo gordo del pié a la señora o si el gato se había subido a la encimera de la cocina. No, el quejido era de que habíamos quedado a 28 .
Yo temía romper las arcas de esta asociación, por cierto de una urbanización de alto nivel.
He aquí unos ejemplos de cómo el ingrato negocio de la cerámica te puede hacer perder dinero, incluso trabajando.
Al menos, nos queda el placer
4 comentarios
Fernando -
Un abrazo
Jesús Parra Luna -
Soy un alfarero que llevo 25 años de autónomo, con las MANOS ENTRE EL BARRO, y los ejemplos que pones no me pillan de sorpresa, ahora, lo que peor me sienta a mí, es que haya gente que pasa por el taller, entra en la tienda, sale por el taller y no dicen ni OLA, ni ADIOS.
A pesar de todo el negocio de la cerámica, es un buen negocio para el ALMA, aunque no tanto para el BOLSILLO.
Un saludo saludo y SUERTE.
Fernando -
antonio -