Rutas Matemáticas. El Mudéjar.
Como dicen los autores de la idea:
Un paseo es un tiempo ganado a la prisa, a la ambición, a las obligaciones, al estrés... Es un tiempo rescatado para nosotros mismos, para el disfrute y debe ser el deleite el que guíe los pasos de quien se acerca a estos ábsides, se complace con sus torres o se deja seducir por el sugerente juego de luces y sombras de las yeserías.
Los argumentos matemáticos deben servir para enriquecer nuestra mirada y, como consecuencia, el placer del descubrimiento. Dejarnos llevar por el paisaje de formas, adentrarnos en los detalles, dejar que centren nuestro interés, que diluyan el peso de la estructura, que retengan nuestro paseo visual y, después, detenernos en los giros, localizar los deslizamientos, dejar que nos transporten las simetrías obviando las traslaciones. Determinar, si nos place, qué grupo sale a nuestro encuentro tratando de acaparar nuestra atención pero, sobre todo, y al igual que sucede con cualquier obra de arte abstracta, dejar que las sensaciones nos invadan, tratar de identificarlas, preguntarnos por la intención de los autores y mantener vivo el diálogo que, a través de su obra, nos sugieren.
*La foto: El muro de la Parroquieta, recién restaurado, decorado con los azulejos.
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