Rascando la tierra.
Rascándole a la tierra su magnífica creación.
Por más que lo intentemos los alquimistas cerámicos, no conseguiremos igualar las bellezas sobrenaturales que los cuatro elementos nos brindan de vez en cuando.
Rascándole a la tierra su magnífica creación.
Por más que lo intentemos los alquimistas cerámicos, no conseguiremos igualar las bellezas sobrenaturales que los cuatro elementos nos brindan de vez en cuando.
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