Sabiha, El Guetma.
Sabiha enseguida montó su espacio de trabajo.
Mientras sus manos y su boca hablaban al unísono, la vasija fue creciendo entre realidades y sueños.
Sabiha enseguida montó su espacio de trabajo.
Mientras sus manos y su boca hablaban al unísono, la vasija fue creciendo entre realidades y sueños.
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