TÓCAME, en imágenes (Fin del paseo).
A la salida-entrada de la exposición, están colgados los originales que ilustran el catálogo.
Alberto Hernández, Mancha 2008.
José Luis Martínez, Touch me, 2009.
Un dibujo mío pintado con los dedos de barbotina roja.
Sobre la peana, una cerámica sostiene un par de rotuladores, el cuaderno crece día a día. Son recuerdos que quedan.
Gracias a todos los visitantes y a los que aunque la distancia se lo impide, me mandan su energía de barro y tacto.
Todavía nos quedan 23 días.
2 comentarios
natichu noguera -
Un abrazo. Natichu
Joaquín -
Como no tengo gran capacidad crítica ni conocimientos de arte, voy al grano directamente desde la emoción.
En primer lugar, es estéril (al menos en este caso), la polémica que llevábais con Jesús acerca de lo que es arte, y de la intención "artística" que debe subyacer en una obra de arte, la escultura versus la cerámica, o el cuenco de barro como lastre artístico.
Digo estéril por que de los cuencos y de los árboles de tu exposición surge un mundo increíble, tan próximo y misterioso como la naturaleza, como los pimientos o las calabazas, lleno de emociones indeterminadas, de evocaciones, un complejísimo conjunto de sensaciones...pero por encima de todo, la emoción estética que viene directamente de la forma, de la textura, y para mi, sobre todo, del color. Arte con mayúsculas que nace del material más humilde.
Y por supuesto, el erotismo, la naturaleza, las referencias culturales...
Emocionante.
Un abrazo
Joaquín