María Gaudó.
María no para, me sigue llamando por teléfono,
- ¡Fernando! Tráeme barro,
- ¡Fernando! llévate las piezas a cocer, vamos a dar un poco de engobe azul o manganeso.
María no para, nos sigue dando una lección de habilidad, creatividad, inquietud y ganas de compartir sus historias a través de la cerámica.
María Gaudó ya cumplió los ochenta, hace treinta años que la conozco y siempre con barro entre las manos. Sus benditeras, cruces, casas y belenes son bien conocidos por los escogidos que saben aprovecharse y disfrutar de su buen hacer.
Hoy he ido a buscar las piezas secas para cocerlas, María es una persona previsora, ya está preparando los portales de Belén para las próximas navidades.
Siempre me voy de su casa con olivas y unos deliciosos pepinillos que sólo ella sabe preparar y de paso me llevo algún chito de su jardín.
Habría que tomar ejemplo. ¡Por muchos años María!.
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