Mirador de San Juan. 1976
1976, mes de junio.
Con mi amigo Paico fuimos a montar las tiendas de campaña al camping de Stª Cilia para el veraneo de su amplia familia.
Paco, recién estrenado el carnet, le encantaba conducir de noche y lloviendo si era necesario. La Citroen ranchera nos subió hasta San Juan de la Peña, nuestras zapatillas y las mangas cortas eran una minucia comparada con nuestras ganas aventureras.
Las pequeñas cuestas, la lluvia y el olor de los sobacos eran imperceptibles para nosotros. Las cercanas piedras románicas de Santa Cruz de la Serós, las descubriría en las clases de historia del arte de la escuela Massana, donde aquel mismo año en septiembre comencé los estudios.
Con mi amigo Paico fuimos a montar las tiendas de campaña al camping de Stª Cilia para el veraneo de su amplia familia.
Paco, recién estrenado el carnet, le encantaba conducir de noche y lloviendo si era necesario. La Citroen ranchera nos subió hasta San Juan de la Peña, nuestras zapatillas y las mangas cortas eran una minucia comparada con nuestras ganas aventureras.
Las pequeñas cuestas, la lluvia y el olor de los sobacos eran imperceptibles para nosotros. Las cercanas piedras románicas de Santa Cruz de la Serós, las descubriría en las clases de historia del arte de la escuela Massana, donde aquel mismo año en septiembre comencé los estudios.
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