17 horas en la Expo (4).
El día en la Expo dio para mucho y sin pensarlo me topé de frente con el famoso jarrón.
Un pabellón temático realmente atractivo nos mostraba la relación del agua con las ciudades, cómo el hombre ha creado la estética de las ciudades para vivir y como participa el agua en todas sus dimensiones (utilitarias, estéticas, naturales, geográficas, ).
Al final del relajante paseo me encontré con el famoso jarrón.
Cuento de el famoso jarrón:
Siguiendo al hilo con la escuela de cerámica de la Diputación en Muel, este jarrón se realizó en sus talleres.
Allá por el mes de abril, el encargo de la pieza ya debía de estar mas o menos acabado, en mayo mi querido Juan Jiménez buen profesional y nuevo fichaje de la escuela de Muel me comentó que estaban muy ocupados en el segundo intento de realización, que todos los esfuerzos de las numerosas horas extras de mañana y tarde, del cuidado de elaboración y secados, estaban resultando inútiles.
En todo el escalafón de funcionarios responsables iba aumentando el ritmo de sus palpitaciones, día tras día y hora extra tras hora extra el famoso jarrón no crecía.
Los tiempos de plazos y la inquietud pre-expo exigían una respuesta rápida, la Escuela de Cerámica de Muel consiguió darla rápidamente: el famoso jarrón no se realizaría en cerámica, se decidió hacerlo con resinas y materiales en frío mas sencillos, efectivos, seguros y cómodos (dejo los comentarios de esta decisión para que cada uno haga su reflexión personal).
Un pabellón temático realmente atractivo nos mostraba la relación del agua con las ciudades, cómo el hombre ha creado la estética de las ciudades para vivir y como participa el agua en todas sus dimensiones (utilitarias, estéticas, naturales, geográficas, ).
Al final del relajante paseo me encontré con el famoso jarrón.
Cuento de el famoso jarrón:
Siguiendo al hilo con la escuela de cerámica de la Diputación en Muel, este jarrón se realizó en sus talleres.
Allá por el mes de abril, el encargo de la pieza ya debía de estar mas o menos acabado, en mayo mi querido Juan Jiménez buen profesional y nuevo fichaje de la escuela de Muel me comentó que estaban muy ocupados en el segundo intento de realización, que todos los esfuerzos de las numerosas horas extras de mañana y tarde, del cuidado de elaboración y secados, estaban resultando inútiles.
En todo el escalafón de funcionarios responsables iba aumentando el ritmo de sus palpitaciones, día tras día y hora extra tras hora extra el famoso jarrón no crecía.
Los tiempos de plazos y la inquietud pre-expo exigían una respuesta rápida, la Escuela de Cerámica de Muel consiguió darla rápidamente: el famoso jarrón no se realizaría en cerámica, se decidió hacerlo con resinas y materiales en frío mas sencillos, efectivos, seguros y cómodos (dejo los comentarios de esta decisión para que cada uno haga su reflexión personal).
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