Escudo de Aragón.

En la sesión matutina de cinco horas, las manos han modelado el escudo de Aragón que se ubicará en el comedor “Reino de Aragón” del restaurante Ficatum.

No es la primera vez que modelamos este escudo, aunque esta vez hemos recreado una nueva estética dentro de los formalismos heráldicos.

Les he contado a las chicas del taller la historia y el significado del escudo, de sus cuarteles, de la corona, sin duda una motivación para modelar y para retener la anécdota.

En Internet se pueden encontrar una y mil descripciones sobre el tema, las tradiciones, las batallas ganadas, los símbolos, las conquistas, los repartos y adhesiones, un sinfín de cuentos que cada día interesan menos.

El único escudo que existe es el que nos colocamos individualmente cada uno para afrontar el día a día, para protegernos de agentes externos indeseables, para salvaguardarnos de la miseria que nos rodea, para protegernos en compañía de amigos y queridos del desamor y la desesperanza.

Las banderas y los escudos, cumplen la función de aunar a personas, pero siempre corren el riesgo de diferenciar y enfrentar.
Aunque tengo muchos clientes que me solicitan estos encargos, hoy como cualquier otro día es bueno para reivindicar la supresión de esos iconos heráldicos.