No se puede mostrar página.

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Un, dos, cliqueo, tres, veintitrés,
Computadora, ordenador, portátil nuevo,
Transferir, Windows vista, todo muy bonito pero complicado, incompatible, todo para que lo de menos sea el precio de la nueva adquisición.
Tiempo, horas robadas al trabajo, a la noche, ojos desesperados ante la pantalla, desilusionados ante el fracaso, desconexión de tu ritmo rutinario.

Prefería el traje viejo, arrugado y desgastado, con los bolsillos preparados para salir de casa. El nuevo sastre no me deja disfrutar de la textura de los materiales, de la frescura del blog, de mis correos, de los preparativos de mi nueva web.

Estas transiciones informáticas me rompen el ritmo.
Tres ordenadores en casa, para todo y para nada, cuando este va el otro no conecta, el correo que me llega aquí debería estar en otro sitio, el programa de fotos forma parte de otra historia, dónde apunto los gastos de la gasolina?, como preparo el albarán de los azulejos que se han llevado esta mañana?.

Vaya dependencia de este teclado pegado a la pantalla…!

Creo que es mejor, inicio, apagar, apagar…!

Vamos a por el barro, esa arcilla que nunca nos falla, la beta es inmensa, el filón es fiel a nuestras costumbres de modelado y cocción. Mis esmaltes, hornos y temperaturas de cocción comparten el ritmo de vivir, tocar y respirar.
Pronto serán obligatorias las desintoxicaciones informáticas, la terapia: una semana de amasado, modelado, abrazos y caricias sin medida.
Que así sea.