Recién sacado del horno.

Días de madrugar, de soledad en el taller, inquietud de cargar el horno, toda la mañana pesando esmaltes, humedad con poco sol, confianza y el horno no controla como antes…

Abro el horno, la sorpresa del día como siempre; las piezas aparecen tristes, sus lágrimas han escurrido en el horno incomodas en el fin de semana, los esmaltes no han querido comportarse como antes, creo que no controlo la temperatura.

Es increíble! los jarrones lloran, siguen teniendo la sensibilidad que yo les transmito, necesitamos normalidad, rutina de taller, ilusión de trabajo. Se aproxima la feria, todo llegará…