La Escuela de Artes de Zaragoza
La semana pasada me llamaron del Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón para hacerme una proposición de docencia. Necesitan cubrir una plaza de profesor de cerámica a tiempo parcial de unas cuantas horas a la semana en Monzón (Huesca) a unos 130 kilómetros de mi taller. Virgencita, virgencita, que me quede como estoy.
Esta historia viene de lejos.
Hace unos tres años tuve noticias de que el profesor de cerámica de la escuela de Artes de Zaragoza (mi ciudad) se jubilaba, ya era una institución. Ramón Tomás, de la escuela valenciana, ejercía de profesor en Zaragoza mucho antes de que yo tomara la decisión de ir a aprender cerámica a Barcelona (hace 28 años).
Al regresar a mi tierra y montar mi taller aquí pude conocer diversos discípulos de está especialidad cerámica relacionados con la Escuela de Artes de mi ciudad.
Pronto pude comprobar que los alumnos que decidían cursar la especialidad de cerámica en Zaragoza acababan sus estudios con cierto desconocimiento técnico y una motivación personal inferior a la media.
Mis inquietudes personales, desde hace años, han ido parejas al desarrollo de diferentes actividades en nuestro entorno cerámico, Ferias de Artesanía, Ferias especializadas, cursos y cursillos de especialización técnica, promoción de premios y organización de eventos como el actual CERCO,
Mi actividad principal, hasta el día de hoy, ha sido y es trabajar en mi taller, mi planteamiento de taller, el no decir nunca no al cliente, ha sido mi principal escuela de conocimientos, técnicas y desafíos.
Ya es conocida por el gremio la poca tradición escolar de la cerámica en mi ciudad, comparando el nivel entre alumnos de Manises, Barcelona, Madrid, Valencia, Córdoba, Logroño, Talavera,
Aprovechando la vacante de maestro ceramista para dirigir el taller de esta especialidad en la Escuela de Artes de mi querida ciudad, decidí ofrecer mis conocimientos y mi experiencia para ocupar esa plaza.
Tras búsquedas de títulos, certificados y demás papeles escritos, conseguí presentar toda mi documentación incluyendo currículo, experiencia y méritos, a la espera de la resolución del jurado calificador.
Por fin se publicaron los resultados; aproximadamente nos presentamos una quincena de posibles maestros, mi calificación ocupaba la última posición con 0 puntos de meritos, experiencia, valor y demás baremos
Algunos de los escasos alumnos matriculados me ponen al día porque, entre otras cosas, vienen a realizar las prácticas obligatorias para su titulación a mi taller.
Al parecer el primer año se encargó de la especialidad cerámica una licenciada en Bellas Artes de Bilbao con escasos conocimientos cerámicos.
Vuelvo al principio; es la segunda vez que me llaman para ocupar una plaza de profesor de cerámica, cuando la oferta llega a mí, significa que los catorce opositores anteriores en la lista la han desechado.
¡Vivan los maestros ceramistas del siglo XXI en Aragón!
Foto: Edificio de la Escuela de Artes, construido para la conmemoración del centenario de Los Sitios, Expo Hispano-Francesa de 1908.
Arquitecto Félix Navarro.
Ahora 100 años mas tarde se celebra otra Expo en Zaragoza.
2 comentarios
Fernando -
Elena -
En la actualidad soy alumna de una escuela de cerámica, en madrid, en la pública, y es como lo cuentas.
Un saludo, estoy aprendiendo mucho con tu blog.