Viaje a Argelia.
Del 18 al 25 de mayo de 2007.
Fue mi tercer viaje a ese hermoso país tan parecido al nuestro, el clima, la vegetación, el poso de las culturas que por allí han pasado, las cerámicas que han producido los mismos alfareros a un lado o al otro de la costa
Ahora; ¡qué cambio tan fuerte en apenas dos horas de viaje!
Cambio total de cultura, de costumbres, de imágenes, ¡ Hasta el domingo les cae en viernes!...
Casi han pasado dos meses del viaje pero mi conexión directa con Argentina el mismo día de mi regreso, ha causado verdaderos cambios en mi cabeza, idioma, pasar de bañarme en el mediterráneo al otoño de Buenos Aires, el contraste social, de la cooperación a la individualidad,
Además, casi siempre nos acordamos de lo último bueno que nos ha pasado, si el último fin de semana fue genial, el anterior aunque lo fuera más, aparece en segundo plano. Cada vez necesitamos mas la vivencia del momento, querer atrapar el tiempo, tener para vivir y vivir para tener, exceso de información y cierta urgencia por consumir nuestra vida presente.
Las experiencias argelinas desde la primera vez que conocí el país, siempre me han conmovido. Tengo amigos argelinos, he conocido sus talleres, su hospitalidad, he compartido su comida, su paisaje y sus bailes. Personas que me han abrazado y casi siempre me han sobrevalorado.
Tengo la suerte de que este proyecto de cooperación que ha terminado con esta visita, va a dar paso a otro de formación donde el intercambio con los ceramistas argelinos va a continuar en su país y en el nuestro.
En la foto el Mediterráneo en la villa de turismo Corne dOr donde estábamos hospedados.
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