1ª semana de verano. ( No en Argentina).
Esta semana quiero zanjar un trabajo pendiente, de esos que no se catalogan en el habitual quehacer cerámico pero que te salpican como habitual ceramista restaurador.
Los principios de mi taller siempre han sido los mismos; hay que atreverse a todo, solucionar los problemas del cliente siempre que tengan que ver con la cerámica.
En esta ocasión el escenario son tres paneles con seiscientas piezas, muchas despegadas, otras rotas y alguna falta. Más de tres metros por uno cincuenta que he de reconstruir para mi cliente.
Como primer día de vacaciones mi hijo Andrés ha querido colaborar en el inicio de este proyecto que desearía dar por finalizado esta semana, por cuestiones de espacio, por cuestiones visuales y por cuestiones tácticas. Hoy es lunes.
Los lunes siempre tienen algo especial, parece que estoy deseando que lleguen, será porque mi terreno se convierte en un espacio activo, de disfrute y visitas curiosas. Hoy trabajar no es un pecado, hoy puedo amoldarme a los horarios de la gente y a las llamadas telefónicas. Tenemos toda una semana por delante
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