Una cerveza por favor !
Ya ha pasado una semana, hoy son las elecciones en Buenos Aires Capital, dos millones y medio de votantes según la radio.
Las elecciones me persiguen, llegué el 17 de mayo a Argel y era día de votaciones, el pasado domingo en mi pueblo Jesús consiguió una clara ventaja como alcalde de lo cual me alegro y le felicito.
Hoy día de fiesta para mí, domingo, un día espectacular planeado para visitar los museos de Buenos Aires y para saborear esas cervezas tan gigantescas que ponen por aquí. El taxista manejó hasta la mismísima puerta del Bellas Artes para descubrir con sorpresa que el día de elecciones también se celebraba con el cierre de los museos. Mi parada en la avenida Corrientes predecía el disfrute de una ensalada bien verde que compensaría los excesos de bondiola, choripan y otras partes de la tan famosa carne argentina que he podido consumir durante la semana; la compañía de la bebida alcohólica era obligada hasta el momento en el que el mozo me anunció que en días de elecciones el alcohol estaba prohibido por decreto hasta bien entrada la noche, mineral sin gas y verde que te quiero verde, una buena limpieza interior.
Mis zapatos me han acompañado hasta los pequeños supermercados de mi barrio en busca del preciado líquido bendecido por Baco, un cartel adherido en la puerta anunciaba la prohibición de la venta de bebidas alcohólicas desde la tarde de ayer hasta las 21 de hoy.
Me preguntaba si eran los días electorales los que me persiguen o la prohibición alcohólica que el Corán aconseja ¡Argelia, Argentina, tan lejos y tan cerca!.
Sé que tengo que contar cosas de cerámica, de mi trabajo
Ayer acabó el Simposium de Avellaneda, prueba superada, muchas vivencias, muchas imágenes en la cabeza, todo en una gigantesca ciudad desconocida para mí.
Tengo dos días de fiesta, he venido a trabajar y el martes viajo a San Nicolás, mi nuevo destino.
Ya iré contando
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Carmelo Rebullida -