+ horas de taller – horas de blog.

Tercer día que dan las doce en el taller, por las noches me levanto a comprobar los quemadores y el gas. No es ningún sufrimiento, es el ritmo que yo he escogido, tal vez ahora voy un poco mas acelerado a causa de los próximos eventos.

Algunos azulejos de la Catedral salen burbujeados, siempre la misma historia, veinte años cociendo baldosas y siempre con “probatinas”. Ahora para dar mas integración con las existentes en la capilla, esmaltamos a “baño” en vez de con “pera”, para conseguir la superficie mas imperfecta y punteada no pasamos el barniz verde por el cedazo, el carbonato de cobre queda menos disuelto y el punteado está asegurado, el bisilicato de plomo al no mezclarlo estrechamente con el estaño parece que se queja un poco, todo esto acompañado por el poco espacio entre piezas y la llama del combustible cargada de gas, provocan escasez de ventilación en el interior del horno, en la superficie del 10 % de las piezas…Burbujas, ampollas protestotas.
En tiempos mudéjares todo valía, por eso ahora nos lo ponen tan complicado.
Gracias por exigirnos cada día un poco más.
Con esta vida tan vacía en adversidades comunitarias, tenemos que agradecer estos problemas ridículos para seguir sintiéndonos algo.

Foto: Laura con el “zoo” de casa.