Fin de semana. Canfranero, slot y nieve.
Viajar en el Canfranero siempre ha sido un recuerdo de adolescencia, el sábado con mi hijo Andrés retrocedí en el tiempo por los mismos carriles ferroviarios. Una vez leí que la vida es muy similar a un tren, ves pasar el tiempo, las imágenes, los paisajes, puedes apearte donde quieres y volver a subir para encontrar otro destino, unas veces puedes elegir tus compañeros de viaje otras veces no, puedes ir conociendo personajes que suben a tu tren, puedes decir adiós a los que se van quedando en diferentes estaciones.
En esta ocasión yo sabía de donde venía y a donde iba.
160 km. me separaban del apeadero próximo a mi casa hasta la estación de Canfranc, duración del viaje, tres horas y media. Todo un lujo para la relajación, para ver pasar la vida y para no querer medir el tiempo.
Allí nos esperaba la primera carrera del Cptº de Aragón de Rally-Slot 1/24, hoy hemos disfrutado a tope y encima Andrés se ha traído un trofeo a casa.
Todo acompañado de nieve, lluvia, granizo y amigos pirados por esos coches en miniatura.
Fanlo ha salido en la contraportada del Heraldo de Aragón con una foto muy creativa y un buen artículo. Los pantanos, Arguis y la Peña estaban a tope; un buen fin de semana.
*Canfranero es el término con que se conoce a la línea ferroviaria que une Zaragoza y Canfranc. Es un símbolo para los aragoneses.
En el Canfranero se han depositado frustraciones, complejos de inferioridad y todos los secretos inconfesables de los aragoneses. Ha sido el pañuelo donde se han secado las lágrimas de la incomprensión y el zaguán en el que muchos políticos han escondido su ineptitud. Fue un sueño a mediados del siglo XIX, una esperanza el día de su inauguración y una gran decepción casi todo el resto del tiempo. ( Texto de Juan Gavasa)
Más información: http://www.canfranc.ch/index.php?lang=es
Tesis de Jürg Suter. Universidad de Berna (Suiza).
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