Alfareros en TV.
Ayer me llamaron de la televisión regional para solicitar mis destrezas de alfarero ante las cámaras.Se trataba de cinco minutos en un magazine matutino, donde, según el redactor del programa se quería hacer un monográfico sobre la alfarería.
Yo, que siempre suelo estar dispuesto a todo lo que sea reivindicar el oficio, enseguida consentí y ya tenía planeado bajar a la ciudad con mi torno eléctrico, la arcilla amasada, la palangana, esponja, toallas y demás herramientas de modelado. Medio día de mi trabajo a cambio de que apareciera el logo de mi taller en los créditos del programa. Bueno, ¡todo sea por la alfarería!.
Pregunté al redactor de dónde había obtenido mi contacto:
Había sido recomendado desde Muel y Fuentes de Ebro (pueblos de tradición alfarera). Contacte rápidamente con los alfareros de Muel para saber de su recomendación:
Todos estaban muy ocupados en horas de trabajo, parece ser que los que acudían al plato de la televisión eran la cofradía de tambores de Muel entre otros invitados, los alfareros de la escuela de Cerámica la Diputación Provincial también estaban muy ocupados, parece ser que pasaron el testigo por otras localidades como Fuentes de Ebro, hasta que por fin dieron con mi taller de puertas abiertas permanentes con mi predisposición a lo que haga falta en pro de la artesanía del barro.
Había estado de conversación con el redactor sobre la realidad alfarera, contándole que los torneros somos una especie en extinción, que los nuevos materiales han abocado a la arcilla a su desuso y por consiguiente al cierre de alfarerías,
Creía que podía depender de nosotros la promoción del oficio, aunque el público nos pudiera ver como a monos enjaulados haciendo jarrones con las manos. De repente me dí cuenta de que no. De que mi esfuerzo sería inútil.
Telefoneé al redactor para comunicarle mi cambio de planes y le pase otro contacto alfarero (rebotando la pelota como en un frontón).
A los dos minutos le volví a llamar, recordé que la Escuela de Artes está justo en la acera de enfrente de la televisión, le sugerí al encargado del programa que contactara con la escuela, que allí tenían tornos y que alguien podría tornear, además, pensé, que podría motivar a los alumnos.
Esta mañana casualmente me he reencontrado con el alfarero al que yo había pasado la pelota, por supuesto, estaba ocupado y no podía acudir, cuando le he comentado mi opción de la Escuela de Artes, se ha sonreído recordándome que algún profesor había sido su alumno el año pasado.
¿Alfareros? ¿Torneros? Auténtica especie en extinción. No queremos ser menos que Belén Esteban para salir en los medios.
O al menos, que podamos compartir el plató con Demi Moore
2 comentarios
Fernando -
Un abrazo
Guillermo -
Se están comenzando a tertuliar entre amigos, entre profesiones diferentes, a divulgar en pequeños grupos mejor que para televisiones, y creo que esta comunicación es más perdurable, deja más poso que miniintervenciones entre lucimientos del presentador/a y los anuncios que hacen "caja".
Creo que debía decirlo.
Un abrazo, maestro.