En casa del herrero cuchara de palo.

En casa del ceramista mural de madera.
Está claro que un mural de arcilla cocida a alta temperatura va a tener más calidad que uno de madera pintada.
Es como el cuento de los tres cerditos, la paja, la madera, el ladrillo,…

Los dichos y refranes casi siempre aciertan, por eso los utilizamos tanto en nuestra rica lengua. En este caso, en mi taller, coloqué este cartel de manera publicitaria.

El sol, la lluvia y el frío se han encargado de hacer una publicidad equivocada o ¿tal vez no?.

A ver si damos ejemplo en casa de los ceramistas.
Comenzaremos por el mural de la fachada, seguiremos por decorar nuestra casa con las mejores piezas, utilizaremos vajilla artesana para la cocina, dejaremos a un lado la tarjeta de crédito y utilizaremos una hucha de barro, regalaremos ceniceros a nuestros amigos fumadores, y sobretodo utilizaremos el botijo.

A ver si damos ejemplo, ahora que casi no hay trabajo tendremos que ser nosotros nuestros propios clientes.

4 comentarios

[Fernando - 09 de marzo de 2011 - 07:24]

Gracias amigos, seguiremos utilizando el barro, aunque no haya demanda, al menos para la piel es un elemento beneficioso.
un abrazo

[Guillermo - 07 de marzo de 2011 - 20:33]

Hay que volver a lo que es único para darle el valor de lo que puede ser perdido por el mal uso. Es tarea de todos, sí.

[natalia carlota vallejos - 05 de marzo de 2011 - 13:17]

parece fácil decirlo jaja...de a poco yo he tomado el habito de poner en uso mis cosas de barro, cuando mis amigos vienen a casa y ven mi cerámica decorando las paredes o en la cocina como utilitaria le dan otro valor y se interesan, practícalo y verás

[Miguel Ángel - 04 de marzo de 2011 - 11:02]

Fernando, no es necesario dejar de lado la tarjeta de crédito para utilizar la hucha de barro.
Te envío la prueba de ello...
Un saludo.