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fernandomalo

Fin de semana por el taller.

Fin de semana por el taller. Tenemos una nueva compañía por el taller. Después de la visita la semana pasada a Alagón, las formas escultóricas de las calabazas han vuelto a reaparecer por nuestro entorno.

El fin de semana ha sido mayormente de taller, preparando barro y azulejos.

La calabaza gigante va de una habitación a otra, cambiando de perspectiva, de luz. En brazos sale al sol, entra y se codea con la arcilla, le paso la esponja,… Es una nueva compañía, de una escultura viva, todavía en fase de creación, de transformación.
No pide nada de comer, agradecida con las caricias, fuera de mercado.

Me hace reflexionar sobre la feria de Arco que hoy acaba en Madrid, la feria del arte con mayúsculas, MI CALABAZA ES MI INSTALACIÓN, MI PERFORMANCE, MI COMPAÑÍA, MI ESTÉTICA, MI PLACER, MI MUNDO COMPARTIDO.

Mi calabaza (que además no es mía), es suya, da vida a los que saben sentirla y además es gratis.

2 comentarios

Fernando -

Elena, las calabazas son tan agradecidas que también se dejan compartir en la mesa, quitándoles su capa exterior, incluso troceándolas.
Calabazas, calabacines, pepinos, pepinillos,...
Se me cae la baba...
Un abrazo

Elena -

Hola fernando, que bonita reflexión. Ahora me arrepiento de haber pelado, troceado y congelado a mi calabaza.