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fernandomalo

Naval, siempre un placer.

Naval, siempre un placer.

Parada obligatoria en Naval, me dijeron que Ángel Echevarría había fallecido hace ya más de un año.

Una pena que maestros artesanos nos dejen y no se hagan eco autoridades culturales ni medios. Eso demuestra el valor que le da nuestra sociedad al oficio artesano, no es nada nuevo. Cuando murió mi maestro, también de Naval, Paco Buetas, ocurrió lo mismo.

Es todo un lujo que el hijo de Ángel, David Echevarría, continúe el oficio. Es todo un lujo para el pueblo, para la región, para la provincia, para Aragón y para todos encontrarnos con esta alfarería viva.

Cuando entre al obrador no pude resistir sentarme en el torno. En el alfar Echevarría-Trillo en los años 30 hay una fotografía con nueve alfareros, entonces en Naval había 14 obradores y 22 alfareros.

Pilar, la madre de David, mantiene el taller como una patena, digno de comparar con los reconocidos talleres de cerámica en Japón.

Cuando yo estuve aprendiendo a tornear en Naval, David era un chaval de siete años, hoy me podría dar lecciones de esa maravillosa técnica.

Salud ¡Por muchos años!

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